sábado, 6 de febrero de 2010

LA INNONOVACIÓN TECNOLÓGICA EN EDUCACIÓN

En la actualidad el hombre experimenta cambios profundos gracias a la innovación y la tecnología. Esto le implica asumir retos a nivel educativo y no solo eso si no una adecuada administración de la tecnología que le permita una incursión en el mundo digital y de la sociedad del aprendizaje.


Es así como por ejemplo, los avances tecnológicos de los últimos años han hecho que se cambien los ambientes de aprendizaje pasando de las aulas de clase a los ambientes virtuales de aprendizaje, es así, como cada persona aprovecha de los recursos que posee como el tiempo, el espacio propio de aprendizaje, etc., favoreciendo un acercamiento al conocimiento sin necesidad de grandes desplazamientos y rigurosidad de horarios.
Sin embargo, introducir nuevas formas de hacer las cosas no es un proceso fácil (Alanis, 2007) y aún más en el área de innovación de tecnologías educativa, pues, los altos costos de mantener una infraestructura (Gradier, 2003) y el poco uso que hacen los educadores de las herramientas, dificultan aún más la inclusión en la educación.
De otro lado se evidencia que no todas las personas asumen la innovación de la misma manera, algunos son amantes de la innovación y la aceptan con gran facilidad otros por el contrario tardan en tomar la decisión. Esto hace que en un momento determinado hayan personas que tengan un manejo avanzado de los medios de innovación mientras otros están en la etapa inicial o ni siquiera hayan iniciado la capacitación el uso de las mismas.
Esto tiene otras implicaciones en el contexto social y cultural. Pues se ha pasado de una sociedad industrial a una sociedad donde tiene gran relevancia el conocimiento, una sociedad donde se valora el uso ideas y la aplicación de la tecnología (WB, 2003).
Por ello el hombre de hoy se ve enfrentado a nuevos retos, a ser competitivo, a mantener una constante actualización para permanecer en el mundo de la demanda; es en éste contexto, donde la educación adquiere gran importancia, pues es ella quien debe preparar al hombre en el contexto actual para que este responda a las necesidades que éste le exige.

Se requiere, por lo tanto, una educación que forme integralmente al hombre, es decir en su desempeño laboral como trabajador, pero también como ciudadano del conocimiento. Un ciudadano consciente de los cambios tan acelerados a los que se debe enfrentar y por ello con la capacidad de aprender nuevas competencias para desarrollarse adecuadamente como personas y ofrecer un buen servicio.
Esto implica un reconocimiento de la dignidad humana, no olvidarse de ella. La dignidad de la persona que involucra la determinación de valores, normas y principios que llevan a reconocer que se es merecedor de cosas buenas, esto permite la creación de una sociedad justa; de otro lado la dignidad entendida como el sentido, el horizonte hacia el cual deben tender las acciones humanas, que en últimas es el de alcanzar la felicidad.
Sumado a eso, se infiere que la formación del hombre es un proceso que nunca acaba, que permanece en el tiempo, que se desarrolla en un contexto histórico concreto y que requiere una interacción con los demás. Este aspecto mueve al sector educativo a ponerse en marcha para alcanzar el ideal de la dignidad humana reconociendo las necesidades de la libertad, la consciencia, la dimensión social y la universalidad para satisfacerlas.
Es por ello que algunas universidades, entre ellas el TEC, dan respuesta a los retos del mundo globalizado buscando superar el modelo de enseñanza tradicional y asumiendo un modelo de aprendizaje centrado en el estudiante donde se considera que éste construye su propio conocimiento. Es decir el alumno realiza la construcción de significados a través del descubrimiento, la comprensión y la aplicación del conocimiento.
“Nuestra época, más que ninguna otra, tiene necesidad de Sabiduría para humanizar todos los nuevos descubrimientos de la humanidad. El destino futuro del mundo corre peligro si no forman hombres más instruidos en esta Sabiduría” (GS 15). Ello implica una gran responsabilidad para quienes orientan el aprendizaje donde, además de la responsabilidad social, se inculque el respeto por la persona conduciendo así a formar integralmente al individuo inmerso en una sociedad sedienta de felicidad.

Referencias

CONCILIO VATICANO II. (1965) Gaudium Et Spes. Sobre la Iglesia en el Mundo Actual. Recuperado el 4 de febrero de 2010 de http://es.catholic.net/empresarioscatolicos/721/1155/articulo.php?id=13179#3
Lozano Rodriguez, A.,y Burgos Aguilar, V. (2007). Tecnologia educativa en un modelo de educacion a distancia centrado en la persona. (Versión electrónica). Limusa, 66-106.
Patiño, R. (2004). El Constructivismo y las demandas educativas actuales. Recuperado el 4 de febrero de 2010 de http://www.programabecas.org/numero/V-10.pdf

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