El siglo XX se caracterizó por cambios profundos (G.S 5) en todos los niveles del ámbito social, entre ellos en la aparición de artefactos electrónicos como la radio, la Televisión, el teléfono, la computadora (Lozano, 2009, p. 108) que hicieron posible que el hombre pudiera comunicarse de manera fácil y sincrónica. Por ello ya al finalizar el Siglo XX la posibilidad brindada por la Internet y los celulares gracias a los satélites artificiales (Lozano, 2009, p. 108) muestran grandes avances a nivel tecnológico que se duplican cada dieciocho meses según lo planteado por Whisler (Lozano, 2009, p. 111). El uso de las tecnologías tiene sus implicaciones directas en las organizaciones haciendo que en ellas hayan cambios estructurales donde se posee cada vez más información en un menor espacio permitiendo agilidad y creatividad en la toma de decisiones; donde los sistemas de información almacenan la historia corporativa, experiencia y conocimiento y además son una herramienta muy útil para las comunidades de práctica.
De otro lado es de reconocer que en las organizaciones se encuentra no sólo la tecnología sino también el recurso humano. En este aspecto se percibe que los trabajadores son cada vez más entrenados y su permanencia y compensación en la organización no dependen tanto de su antigüedad de vinculación sino de la contribución que hagan a la organización (Lozano, 2009, p. 112).
Es así entonces como aparece interesante la reflexión hecha por Armando Lozano acerca de los enfoques que se darán con el uso de la tecnología en los diferentes campos de la sociedad, por ejemplo, el valor del conocimiento en las empresas para las soluciones de negocios; la tecnología que cada vez es más barata, más poderosa y más flexible; los productos hechos a la medida del cliente; la publicidad dada por los medios de comunicación para ofrecer productos que se adaptan a las necesidades del cliente; los medios tecnológicos puestos para prestar un mejor servicio a la comunidad y la proliferación de cursos en línea, vía satélite y por Internet con video o audio donde se encontrarán salones con estudiantes en distintas partes del mundo (Lozano, 2009, p. 113-121).
A raíz de la influencia que ha ejercido el uso de la tecnología en educación surge el aprendizaje combinado (Blended learning) que por ser reciente se encuentran pocas fuentes que determinen con claridad su epistemología. De todas formas se ha hecho un esfuerzo para determinar algunos rasgos de éste tipo de aprendizaje que se utiliza ampliamente en el mundo. Entre ellos que combina la instrucción presencial cara-a-cara con el aprendizaje basado en la tecnología. Se hace un especial énfasis en que el componente presencial es pertinente al inicio del curso. La combinación tiene múltiples facetas dependiendo de las necesidades de los estudiantes, los objetivos del curso, contenidos, materiales a usar, las actividades de aprendizaje, los modos de comunicación, el modelo instruccional, el papel del instructor, los procesos de evaluación, etcétera. Por ello se requiere de una investigación en las prácticas de enseñanza y estrategias pedagógicas que permita una comprensión más completa de ésta nueva dimensión educativa (Lozano, 2009, p.125-154).
El siguiente mapa conceptual presenta ideas centrales del blended learning ó aprendizaje combinado.

En este nuevo contexto de enseñanza toma relevancia considerar los estilos de aprendizaje en los ambientes de aprendizaje donde se usa la tecnología. Pues no todas las personas se concentran, procesan, internalizan y retienen información de la misma manera, no solo a nivel académico, puesto que el aprendizaje se da de forma continua y en todos los contextos como lo plantea Dunn y Dunn (Lozano, 2009, p.160).
Al profundizar en el tema de los estilos de aprendizaje los teóricos hacen referencia a las preferencias y a las tendencias en las personas. Dentro de las preferencias de aprendizaje se mencionan las sensoriales, ambientales, grafico-visuales, temporales y sociológicas; luego al hablar de las tendencias se hace énfasis en la organización de archivos en el PC, la dependencia e independencia de campo, es decir, el efecto que causa el contexto en la percepción de la persona y la tendencia de pensamiento. Esto tiene sus incidencias en la educación en línea donde maestros y estudiantes están separados espacial y temporalmente. Los maestros deben adquirir un conjunto de saberes y habilidades para el trabajo en línea además conocer las características de los estudiantes, sus estilos de aprendizaje para hacer un proceso realmente exitoso (Lozano, 2009, p. 125-180).
De acuerdo a lo dicho se infiere que la tecnología sigue evolucionando a pasos agigantados de tal suerte que contribuye en la innovación de los ambientes de aprendizaje que se han de adaptar a las ofertas tecnológicas pero también a la demanda de los estudiantes que cada vez más buscan los ambientes virtuales para capacitarse. Esto se convierte en un reto continuo para las Instituciones Educativas que cada vez más se ven abocadas a responder a las exigencias planteadas por la cultura organizacional.
Referencias
CONCILIO VATICANO II. 1965. Constitución Pastoral Gaudium Et Spes Sobre la Iglesia en el Mundo Actual. Recuperado el 20 de Febrero de 2010 de http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=188&capitulo=2132
Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. (2009) (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa. (Capítulos 4, 5 y 6)
López Falconi, J. E. (2010). Comunidades de prácticas de valor para el aprendizaje organizacional. En Burgos Aguilar, V. & A. Lozano Rodríguez (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.
